Estos meses han sido de profundo cambio para mí. Ha sido una transformación maravillosa y tan grande que no sé por dónde empezar.
Todo comenzó con un agotamiento. Me cansé de todo, de mi vida, de mi apariencia, de la forma en que iba mi relación sentimental, de mi actitud pasiva en mi vida!
No quiero que se mal entienda, tengo una familia hermosa, y un hombre al lado que me apoya, que me contiene, que lucha por mi.
Pero toda mi vida la viví en función de los demás. Me di cuenta de que siempre busqué la aprobación de mis padres. Cuando tuve pareja, siempre busqué agradarles, no podía estar sola. Crecí y mi mundo se vino abajo cuando mi familia se mudó lejos y me vi sin las personas que siempre habían estado conmigo.
Comencé una relación. En ese momento era lo que necesitaba… una persona que me quisiera y me entregara toda esa contención que ahora no tenía. Me enamoré perdidamente. Y con él comencé una vida nueva, he formado una familia. Mi hijo me cambió la vida. Pero mi vida seguía teniendo una línea conductora… seguía viviendo para alguien.
Soy muy feliz, tengo una familia hermosa que he construido con mi pareja a pulso y no ha sido fácil, pero es inexplicable lo que siento cuando estamos todos juntos.
Pero me faltaba algo! Tenía un esposo, un hijo, una casa, paz y tranquilidad en mi hogar, pero faltaba alguien… faltaba yo!
Me faltaba saber ahora quién era yo. Quien era yo detrás de la mujer, de la madre, de la amiga, de la hija… en el fondo me sentía vacía, mi autoestima estaba por el suelo, me descuidé mucho.
Fuí mamá a los 21, y me postergué por ser mamá. Me dediqué al 100% a mi hijo y mi hogar. Pero cuando miraba hacia el lado, y veía a mis amigos estudiando, viajando, saliendo.. haciendo tantas cosas que yo había dejado, me sentía mal.
Pero un día vi que yo tenía mucho más, vi que mientras ellos carreteaban y estudiaban, yo estaba formando una familia, tenía una relación sólida, estaba criando a un hijo, tenía mi casa. Tenía mucho más de lo que cualquiera podría querer, y todo era fruto de mi propio esfuerzo. Y lo más importante, ahora tenía la posibilidad de crecer, de trabajar, de estudiar, de formarme.
Fue así como tomé la decisión de salir de mi casa, de trabajar y estudiar. Y eso me dió un nuevo aire, me hizo ver todo lo que tengo, y que ahora me falta lo más importante: yo.
Todo este cambio me dió las alas para sentir que soy dueña de mi vida, que puedo hacer lo que me proponga, que es mi deber cuidarme, mimarme y quererme. Realmente es maravilloso sentir que uno tiene el poder en sus manos. Que me puedo ver como yo quiera, que puedo ser quien yo quiera, que puedo aprender cosas nuevas, que me puedo enfrentar a quien sea porque sé lo que valgo.
Toda esta transformación me ha ayudado a ver quién soy realmente, a alejar de mi a las personas que no me hacen bien y a quienes no aportan nada a mi vida.
Y lo mejor de todo? Cuando uno es feliz, lo proyecta, y esa felicidad hace felices tambien a los que estan al rededor.
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